La principal vocación de Paracas durante siglos ha sido la pesca. La gran cantidad de recursos en el mar hace que miles de pescadores salgan a diario a buscar su sustento y extraer productos para la venta. La flota pesquera se ancla frente a la población, en una pequeña bahía donde se encuentra la playa El Chaco y el malecón de esta pequeña ciudad dedicada al turismo. 

La playa El Chaco está justo en uno de los extremos del centro de la ciudad, limitada por formaciones rocosas naturales. Exceptuando las porciones de los hoteles San Agustín y Aranwa, en la punta norte, la playa mide unos 900 metros. Las aguas calmas invitan a nadar o simplemente darse un chapuzón para refrescarse del calor. Además, hay múltiples atractivos adicionales en el malecón. 

¿Qué hacer en la playa El Chaco, por qué visitarla?

• Nadar o darse un chapuzón. Hay servicios en la playa como alquiler de sillas y toldos, por lo que se puede pasar un rato muy agradable. 

• Caminar por la orilla. La diversión está garantizada cuando se camina por la orilla de la playa El Chaco. Se puede observar el zarpe de las embarcaciones que llevan turistas a las islas Ballestas, el trabajo de los botes de pesca y las múltiples aves que sobrevuelan y aterrizan en la arena. 

• Disfrutar la gastronomía. Hay una gran cantidad de restaurantes en el malecón El Chaco, que incluyen comida internacional, peruana y marina. El ceviche y los productos del pescado son especialmente buscados por los visitantes por su frescura y sabor. 

• Tomar un paseo a las islas Ballestas. Desde el malecón El Chaco salen las embarcaciones que recorren el mar hasta llegar a las islas Ballestas para observar la fauna marina. 

Cómo llegar a la playa El Chaco 

La playa El Chaco es un punto neurálgico de Paracas, por lo que todo el mundo sabe dónde se ubica. Si está en Paracas, el mejor método de llegar es bien caminando o en mototaxi. El trayecto desde cualquier punto no debe superar los tres soles por viaje en mototaxi. 

Si conduce desde Lima tome la autopista Panamericana Sur en cualquiera de sus accesos con dirección sur. Conduzca por 259 kilómetros, pasando los pueblos de Chincha y Pisco, hasta llegar a Paracas. La vía está en óptimas condiciones de transitabilidad y señalización, por lo que resulta muy fácil orientarse y llegar. El recorrido comprende unas 3,20 horas. 

Después de pasar Pisco y atravesar el puente sobre el río del mismo nombre, la entrada a Paracas gira a la derecha unos 20 kilómetros más adelante. Justo en el óvalo Paracas conserve su derecha para entrar a la calle El Chaco. Todas las calles que se adentran hacia el mar desde esta calle conducen a la playa y el malecón. 

Desde Lima en transporte público hay que tomar un autobús de la compañía Perú Bus. Salen cada media hora desde sus terrapuertos de la avenida 28 de Julio, la avenida México o una parada junto al puente Atocongo, en la Panamericana Sur. El recorrido toma unas cuatro horas hasta Pisco, pagando un boleto de entre 25 y 30 soles por persona. 

En Pisco deberá tomar un auto colectivo que le dejará en Paracas en una media hora, pagando cinco soles por persona. Le puede pedir al conductor que lo deje en uno de los accesos al malecón El Chaco. Hay opciones de alojamiento para todos los bolsillos y gustos, así como múltiples alternativas de alimentación. 

Recomendaciones

• Respete las indicaciones de las autoridades. La policía y el serenazgo de Paracas están atentos a cualquier situación que pueda presentarse. Respete sus indicaciones y las señalizaciones en la playa. 

• Utilice protector solar. Protegerse del sol debe ser una de las prioridades cuando se va a la playa. Si camina por la orilla no es mala idea utilizar mangas largas y sombrero, así como calzado ligero. 

• Se ruega no maltratar a los animales. La Reserva Nacional de Paracas es un espacio protegido por el Estado peruano, por lo que se ruega no maltratar a los animales. Si ve algún espécimen herido, contacte a los pobladores locales o a la policía. 

• No deje de probar el ceviche. Este plato alcanza en Paracas un gran nivel de calidad por la inigualable frescura del pescado que se sirve. Acompáñelo de una cerveza helada para el calor.